domingo, 17 de octubre de 2010

De dónde nace

“GOZAR MI VIDA”
Pienso profunda y verdaderamente que toda vida humana, aún rodeada de las peores circunstancias, es digna de ser vivida, que tiene un sentido que debemos encontrar, ya que no lo deducimos de manera inmediata. El sentido ayuda a mitigar el desconsuelo, pues existen muchas formas diferentes de enfrentarse a él. Cuando alguien otorga sentido a una situación perversa está subsanando la negatividad en una dirección positiva: el consuelo que surge como consecuencia del significado del sentido íntimo que un sujeto otorga intransferiblemente a una situación concreta. La vivencia del sentido es una experiencia subjetiva, igual que la felicidad, pues aquello que hace feliz a una persona no hace feliz a otra, ya que cada quien es único e irrepetible. Mis vivencias de dolor profundo, causadas por la infidelidad del hombre que amé, me enfrentaron a la locura y a la muerte. En tales circunstancias, luché denodadamente para no resignarme a quebrar interiormente y no dejarle ganar la batalla al sin sentido, al hoyo oscuro, interminable que sentía que devoraba mi vida. Internaciones, curas de sueño, psicoanálisis, medicación, nada bastaba. Caía más pesadamente todavía. De pronto, el comprender, el desentrañar el sentido de lo que había pasado, se abrió paso en mi mente, como un rayo de luz. No sólo sobreviví a la situación trágica por la que pasan miles de desencantados, sino que también volví a vivir con ilusión y alegría una vez que quedó atrás aquella experiencia. Durante el tiempo que estuve internada no dejé de pensar en mis padres ni en mi hermana, que estaban en Buenos Aires, (yo en Frankfurt) y el hecho de volver a verlos era una promesa que me daba fuerza para seguir peleando para poner mi mente de pie. Por lo tanto, el amor a los míos fue uno de los sentidos que encontré para seguir viviendo a pesar de la dificultad y dureza de la depresión aguda. Otro motivo fue seguir investigando en las cosas que descubría en mis emociones y en el dialogo interno, muchas veces torturante. La psicología que había estudiado y practicado todo el tiempo anterior, no me daba respuestas a la angustia infinita que me encarcelaba con grilletes de acero, pues los puntos positivos del pensamiento freudiano reducían en exceso la esencia de la naturaleza humana que cobraba otra dimensión, vista desde adentro, hurgando en sus huesos. El hecho de dotar de sentido experiencias tales como la traición, la mentira, el desamor, la violencia, la enfermedad o la muerte conforta al humano, ya que contribuye con razones o motivos que encuadran el sufrimiento en un punto del tiempo y el espacio dentro de la historia del sujeto, pero no de su totalidad. Por lo tanto queda resto indemne para ser vivido. Entonces entendí que no hay ninguna situación en la vida que realmente carezca de sentido. Esto significa que los aspectos aparentemente negativos de la existencia, y en especial el pentágono trágico en la que se incluyen dolor, culpa, castigo, pecado y muerte, pueden también transformarse en algo positivo cuando se observan desde la perspectiva correcta. Es decir, así como el ser humano puede añadir, con su actitud personal, sufrimiento al propio sufrimiento, como sucede cuando una persona se recrea continuamente en su propio dolor, (la víctima), cayendo, en la más oscura depresión, que es la huída de una situación por no se enfrenta, la felicidad empieza por la actitud que se adopta ante las circunstancias externas y comienza con la aceptación. La vida tiene alegría y placer, dolor y tristeza. Todos tendemos de manera natural a la felicidad y evitando en lo posible el sufrimiento. Sin embargo, el ser humano busca el sentido de las cosas, pues existen situaciones de las que no podemos huir por mucho que queramos, como queda de manifiesto en el caso concreto de un accidente, un abandono. Es en ese momento, donde el aturdimiento puede brotar en el alma, cuando aparece la necesidad de la búsqueda del sentido de esa situación. -El sentido aporta esperanza. El sin sentido, desesperación-. La esperanza es el regalo que una persona logra absorber en un momento de dificultad, ya que es una emoción orientada hacia el futuro, es decir, hacia un bien que está por venir. En cambio, la desesperanza cierra toda puerta hacia el mañana, porque transmite un grado de negatividad, tristeza e impaciencia tan elevado, que tapa la visión del proyecto. Otro de los ingredientes importantísimo en las situaciones complicadas, es el humor. Tener la capacidad de relativizarse y hacer bromas sobre uno mismo es una herramienta enorme para afrontar con éxito toda dificultad. Por supuesto, no es fácil utilizar el sentido del humor en un momento de dificultad ya que se trata de una capacidad que surge de forma espontánea. Sin embargo, en algunas ocasiones también puede trabajarse el humor y la risa, aún de manera forzada. Aunque sea un gran esfuerzo, produce tal actitud beneficiosa, no sólo para la salud anímica, sino también para estrechar lazos con otras personas a través del compañerismo, la amistad, la solidaridad o el amor. HUMOR, TRABAJO, ARTE, CREATIVIDAD Y ACTITUD: son algunas de las herramientas que podemos usar en la reconstrucción del SÍ MISMO. Un abrazo.- Tabby

1 comentario:

  1. Maravilloso!!!!
    Es un hermoso artículo y se nota que nace del alma. Me hizo mucho bien.
    Besotototes

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